Donde hay una necesidad, está Daniel

Donde hay una necesidad, está Daniel

Este año el Premio a la Solidaridad tuvo siete ganadores, y uno de ellos es nuestro compañero, el Farmacéutico Daniel Horacio Pombo. Es difícil poder transmitirles qué hizo nuestro Colega, porque no solo viene realizando actividades solidarias desde chico, sino que también lo ha hecho en diversos ámbitos y vinculadas a un sinfín de temas.

Sí debemos mencionar, que todas ellas tienen algo en común, su amado pueblo Jáuregui. Un bello lugar de casi 9.000 habitantes, ubicado en el Partido de Luján. Según nos contó Daniel, la gente allí es muy solidaria y esto lo pudo percibir desde chico, principalmente en su casa. Cuando le preguntamos cómo comenzó esta historia, nos dijo:

“Es algo que aprendí con el ejemplo, siempre admiré a mi viejo por todo lo que hizo en el pueblo, él estuvo en la Sociedad de Fomento y fundó el jardín de infantes al cual yo fui. Lo acompañé y lo viví con él, no tenía problema en subirme a un camión y levantar donaciones, o ponerme a cocinar para quienes lo necesiten”.

De esta forma, con solo 17 años, Daniel decidió empezar a ayudar por su propia cuenta y luego de la fuerte inundación que sufrió Luján en 1985, comenzó a concurrir al Polideportivo para dar de comer y entretener a más de cien familias que se habían quedado sin hogar.

Pasados los años, ya como Farmacéutico, tuvo la idea de donar a las escuelas de Jáuregui y alrededores, botiquines que él mismo preparaba en su Farmacia. Este proyecto lo puedo extender a todo el Partido de Luján cuando comenzó a formar parte de la Comisión Directiva del Colegio de Farmacéuticos de ese Partido.

Desde dicha institución también colaboraron con el Centro de Educación Física en las jornadas de factores de riesgo en escuelas primarias, para las cuales no solo donaron una balanza y tensiómetros, sino que también muchos Colegas participaron tomando medidas y llevando los registros de todos los chicos. Daniel continuó con esta actividad durante dos años, en los cuales cerraba su Farmacia al mediodía y junto a su esposa se dirigían a los distintos colegios de la localidad.

Terminada su etapa como Directivo en el Colegio, su pasión y ganas de ayudar lo guiaron a buscar nuevos proyectos para poder “dar una mano”, y es así como junto al Rotary Club de Jáuregui realizaron la forestación y reforestación del pueblo, actividad que llevan a cabo todos los años hasta el día de hoy.

También, pensando en el cuidado del medio ambiente, recibieron setenta cubiertas de autos  de la Asociación Argentina de Corredores de Turismo Carretera, las cuales fueron convertidas en sillones o puff, para ser donados a las escuelas. “Tuvieron muy buena aceptación por los chicos y los colegios, nos parece una buena forma de que ellos tomen conciencia de que todo puede ser reciclado”, agregó.

Además, Daniel junto a su equipo concurrían una vez por mes al Centro de Discapacitados para darles el desayuno, almuerzo, merienda, y pasar música teniendo así un día de festejo. “El cariño y aprecio que tienen esos chicos y el agradecimiento que nos demuestran por lo que nosotros hacemos, que la verdad es muy poco comparado con lo que ellos nos retribuyen”, expresó. También, con Rotary y con la ayuda de colaboradores, pudieron crear y donar acolchados para la sala de pediatría y neonatología del hospital del pueblo.

“La gente ayuda mucho, siempre me respondieron a todo llamado que les hice. Tengo que agradecer a todos los colaboradores porque sin ellos yo no hubiera podido hacer nada. Uno tiene una idea, pero es la gente la que hace las cosas. El apoyo que he recibido es muy grande, muchas veces no lo hacen monetariamente porque no pueden, pero si ponen su energía, esfuerzo y tiempo, cada uno desde su lado”, nos contó.

Para terminar, Daniel nos relató una bella experiencia que tuvo cuando una maestra le pidió si podía dar una clase de enfermedades en una escuela rural. “Hablé hasta que me pidieron que me calle, pero los chicos se prendieron y les gustó. Eso me llevó a mí a salir a dar esta charla por varios colegios.  Y  la satisfacción que te da ir a una escuela en muy mal estado, donde son quince chicos y ver el agradecimiento que expresan y lo que transmiten es enorme”.

Luego de escuchar todas estas historias y conversar acerca de muchas otras actividades que ha realizado y que tiene pensadas para un futuro, quisimos saber qué siente y qué lo lleva a realizar estas labores, a lo cual nos contestó:

“Es satisfacción, te llena de gozo ver que le pudiste solucionar el problema a alguien, aunque sea momentáneo. Porque vos lo ves a diario en la farmacia, la gente llega con problemas y vos no podés generarle más, tenés que tratar de que por lo menos durante un corto lapso esa persona se pueda olvidar de eso. Entonces si vos podés hacer que la madre que tiene al nene internado en neo vea que esta calentito y tapadito hace la diferencia, aunque no conozca a la madre o al chico, me pongo del lado del otro, pienso que sentiría. Siento que necesito hacerlo, siempre ayudar al que más lo necesita”

Gracias Daniel por contarnos tu historia y por todo lo que haces por la comunidad, te deseamos lo mejor para tus futuros proyectos, que sabemos serán muchos.

Nunca te olvides que contás con CAFAR, Siempre a tu lado.